sábado, 11 de junio de 2011

TUMOR DE PARTES BLANDAS



El primer concepto general importante, es que la presencia de un aumento de volumen, dolor o claudicación, juntos o por separado, siempre debe plantear la presencia de un tumor musculoesquelético.

Clasificación de los tumores

Se puede hablar de tumores óseos y de partes blandas, o bien se pueden agrupar en tumores del aparato locomotor, también llamados musculoesqueléticos o de partes blandas, y tumores óseos propiamente tales.

Otra forma de clasificarlos es en primarios, que nacen del hueso y secundarios o metástasis, que llegan a este órgano desde otro lugar. En el medio está el mieloma múltiple, que siempre ha sido objeto de disputa.

Por otra parte, los tumores óseos también se pueden clasificar en benignos o malignos.

Un concepto que es motivo de controversia es el de seudotumor, que puede ser óseo o de partes blandas, y corresponde a una entidad en que la clínica y la radiología evidencian la presencia de un tumor, pero la histología revela otra cosa.

El diagnóstico de estos tumores suele ser tardío. Esto se debe, en parte, a que generalmente no causan molestias en sus primeras etapas y originan la consulta sólo cuando aparece dolor, aumento de volumen o impotencia funcional; sin embargo, y lamentablemente, el retraso en el diagnóstico ocurre con más frecuencia porque el médico no piensa en la posibilidad de un tumor, como ocurrió en el caso que aparece en la Foto

Este paciente acudió por consulta por dolor e impotencia funcional que fue aumentando con el trascurso de tiempo, y fue tratado sintomatologicamente, cuando acude a conslulta por segunda vez ya presenta timefacion y deformidad de la rodilla y su enfermedad se detectó en una etapa muy avanzada.

Diagnóstico

La base del estudio de los tumores musculoesqueléticos es como una mesa de tres patas que, en este caso, corresponden al examen físico, la imagenología y la biopsia, o, dicho en otras palabras, a la clínica, la radiología y la histopatología. Esta tríada es indispensable para el diagnóstico.

En cuanto al pronóstico, siempre es malo, incluso en aquellas lesiones clasificadas como benignas, porque siempre se necesita algún tratamiento quirúrgico mutilador (no hay que olvidar que la biopsia es en sí un tratamiento quirúrgico) que lesiona en algún grado el segmento esquelético afectado.

En el caso de las lesiones malignas, el pronóstico es pésimo, ya que exigen cirugías resectivas muy agresivas y tratamientos complementarios, como quimioterapia o radioterapia, que elevan en forma importante la mortalidad y el costo del tratamiento.

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