sábado, 3 de diciembre de 2011

Imagen de la semana: Varicela (virus de la varicela-zóster)


 
La varicela es una infección del virus de la varicela-zóster que produce un sarpullido con picazón característico y que se manifiesta con pequeños granos con relieve que desarrollan una costra o una ampolla.

La enfermedad es muy contagiosa y se transmite por el aire, al entrar a través de las vías respiratorias superiores. Los pacientes se encuentran en el momento más contagioso justo después del inicio de los síntomas, con un periodo de incubación de 11 a 15 días, pero siguen siendo contagiosos hasta que las últimas ampollas han formado costra.
La exposición al virus de la varicela-zóster genera inmunidad. Sin embargo, el virus permanece latente en el cuerpo después de una infección inicial, y en ocasiones se reactiva en una fase posterior de la vida y provoca herpes zóster.

El virus infecta a hasta un 90% de los niños menores de 15 años. Los síntomas son más intensos en los adultos que en los niños.
Signos

         El primer signo de varicela es con frecuencia una fiebre moderada, con una temperatura de 38-39 oC. Otros síntomas comunes son: dolor de cabeza leve, pérdida del apetito, una sensación general de malestar, tos seca, dolor de garganta y náuseas.
         Un sarpullido de pequeñas lesiones rojas y planas que se presentan en grupos en el tronco y el rostro, que después aparecen en los brazos y las piernas.
         En un plazo de 6 a 8 horas, cada lesión adquiere relieve, se forma una ampolla redonda llena de líquido, que genera un picor intenso, contra un fondo rojo y que, en última instancia, desarrolla una costra.
         La peor parte de la enfermedad normalmente dura de 4 a 7 días. A partir del quinto día normalmente dejan de aparecer lesiones nuevas, la mayor parte han desarrollado costra al sexto día, y la mayoría desaparece en menos de 20 día



Fotografía dermatológica de la semana

Sección 4 de 7
Diagnóstico diferencial

         Herpes simple (una infección vírica que con frecuencia afecta al área de los labios o en torno a los mismos y que provoca lesiones conocidas como "calenturas").
http://www.dermnetnz.org/viral/herpes-simplex.html
         Otras infecciones víricas (p. ej. rubeola, sarampión).

Tratamiento

La mayoría de los casos de varicela, en personas que por lo demás están sanas, requieren sólo el tratamiento de los síntomas:
         aconseje beber gran cantidad de líquidos para evitar la deshidratación
         el paracetamol o el ibuprofeno pueden tratar la fiebre, los dolores de cabeza y otros tipos de dolores y molestias (no utilice aspirina en niños)
         tomar baños y aplicar una loción de calamina puede suavizar el picor y evitar el rascado, con lo que se limitaría la diseminación de la infección bacteriana
         los comprimidos de antihistamínicos tomados al acostarse pueden ayudar a dormir si el picor supone un problema por la noche
         el aciclovir oral puede limitar la intensidad de la enfermedad si se empieza a tomar en las 24 horas siguientes a la aparición del sarpullido, y puede recetarse a las personas con riesgo de complicaciones (excepto niños o mujeres embarazadas).

Debe obtenerse el asesoramiento de un especialista en el caso de personas con deficiencias inmunológicas, embarazadas o en período de lactancia.

La recuperación completa de la varicela es habitual, pero entre los factores de riesgo de sufrir complicaciones adicionales (1 de cada 50 casos) se encuentran los siguientes:
         personas con deficiencias inmunológicas
         personas ancianas
         uso de corticosteroides a largo plazo
         cáncer
         embarazo.

Entre las posibles complicaciones se incluyen:
         infecciones secundarias de las lesiones, que generan erisipelas, piodermia, celulitis o impétigo ampollar
         neumonía vírica
         encefalitis y otras complicaciones del sistema nervioso central.

Cualquier persona que sufra complicaciones debe ingresar en un hospital.
Consejos útiles

         Es importante controlar el prurito intenso para evitar la infección bacteriana y las cicatrices.
         Los niños no deben volver a la escuela, ni los adultos al trabajo, hasta que las últimas ampollas hayan desarrollado costra.
         El herpes zóster no puede contraerse a raíz de la varicela pero, en casos muy raros, la varicela puede contraerse a partir del herpes zóster.
         Corte las uñas de las manos de los niños para reducir el rascado.
Información adicional

•         Manual de Merck en línea.

•         DermNet NZ.

•         Resumen de conocimientos clínicos del NHS: Varicela

sábado, 11 de junio de 2011

TUMOR DE PARTES BLANDAS



El primer concepto general importante, es que la presencia de un aumento de volumen, dolor o claudicación, juntos o por separado, siempre debe plantear la presencia de un tumor musculoesquelético.

Clasificación de los tumores

Se puede hablar de tumores óseos y de partes blandas, o bien se pueden agrupar en tumores del aparato locomotor, también llamados musculoesqueléticos o de partes blandas, y tumores óseos propiamente tales.

Otra forma de clasificarlos es en primarios, que nacen del hueso y secundarios o metástasis, que llegan a este órgano desde otro lugar. En el medio está el mieloma múltiple, que siempre ha sido objeto de disputa.

Por otra parte, los tumores óseos también se pueden clasificar en benignos o malignos.

Un concepto que es motivo de controversia es el de seudotumor, que puede ser óseo o de partes blandas, y corresponde a una entidad en que la clínica y la radiología evidencian la presencia de un tumor, pero la histología revela otra cosa.

El diagnóstico de estos tumores suele ser tardío. Esto se debe, en parte, a que generalmente no causan molestias en sus primeras etapas y originan la consulta sólo cuando aparece dolor, aumento de volumen o impotencia funcional; sin embargo, y lamentablemente, el retraso en el diagnóstico ocurre con más frecuencia porque el médico no piensa en la posibilidad de un tumor, como ocurrió en el caso que aparece en la Foto

Este paciente acudió por consulta por dolor e impotencia funcional que fue aumentando con el trascurso de tiempo, y fue tratado sintomatologicamente, cuando acude a conslulta por segunda vez ya presenta timefacion y deformidad de la rodilla y su enfermedad se detectó en una etapa muy avanzada.

Diagnóstico

La base del estudio de los tumores musculoesqueléticos es como una mesa de tres patas que, en este caso, corresponden al examen físico, la imagenología y la biopsia, o, dicho en otras palabras, a la clínica, la radiología y la histopatología. Esta tríada es indispensable para el diagnóstico.

En cuanto al pronóstico, siempre es malo, incluso en aquellas lesiones clasificadas como benignas, porque siempre se necesita algún tratamiento quirúrgico mutilador (no hay que olvidar que la biopsia es en sí un tratamiento quirúrgico) que lesiona en algún grado el segmento esquelético afectado.

En el caso de las lesiones malignas, el pronóstico es pésimo, ya que exigen cirugías resectivas muy agresivas y tratamientos complementarios, como quimioterapia o radioterapia, que elevan en forma importante la mortalidad y el costo del tratamiento.